Gente de mar
En un inicio, la navegación marítima era necesaria para comerciar y relacionarse con otras tribus, pues intercambiaban algas marinas, patatas y fletán que transportaban en sus canoas.
Las excelentes habilidades marítimas de los Haida se pueden rastrear desde tiempos inmemoriales. Una prueba de ello es la presencia en las islas de obsidiana, extraída de minas continentales situadas a larga distancia.
El auge de su economía comenzó con el comercio de pieles y continuó con el comercio del pescado. El pueblo haida ya poseía en el siglo XX las habilidades, capacidades y los conocimientos para prosperar en la industria pesquera.
Los hombres construían sus propios barcos y las mujeres comenzaron a trabajar en las fábricas de conserva que implantaron en la isla, las cuales llegaron a ser quince destinadas a la conserva de salmón.
Tantos barcos fueron construidos que se llegó a conocer a la comunidad pesquera como "La flota haida".